Hay gemas que transmiten fortaleza y otras serenidad; otras están relacionadas con el amor; otras tantas con la pasión y muchas con el equilibrio y el balance. Hablamos de los cuarzos, de las circonitas, de los ónix, pero también de la sodalita o de la cornalina.
Sin embargo, hay una familia de piedras que nos ha conquistado desde hace unos meses y se han sumado a nuestro catálogo de diseños aportando la luz que nos hacía falta sentir y transmitir.
Desde su llegada no paramos de respirarlas, de tocarlas, de trabajarlas en todas sus versiones y estados.
Se trata de la piedra de luna melocotón.